Puede que no lo sepas, pero la espuma viscoelástica fue creada por la NASA. Este material sintético supuso una revolución en la fabricación de colchones en la década de los 90, gracias a su alta resistencia y adaptabilidad, por ello al principio fue utilizado en los hospitales. Tiempo después su uso se popularizó y se empezó a utilizar en la fabricación de colchones domésticos, actualmente es uno de los materiales más demandados tanto en colchones para adultos como en colchones de cuna.
Razones para comprar un colchón cuna viscoelástica
Presión
El colchón cuna viscoelástica reparte la presión y la tensión mediante la distribución del peso del bebé sobre el colchón evitando que se creen puntos de presión en algunas zonas y dificulte el descanso como ocurre con colchones de otros materiales.
Durabilidad
Tiene una gran resistencia y durabilidad por lo que su ciclo de vida está asegurado durante todo el período de uso por parte del bebé e incluso más. Los colchones viscoelásticos de adulto pueden durar hasta 15 años.
Bienestar
Este material es beneficioso para los músculos y permite una alineación perfecta del cuerpo, por lo que favorece el descanso.
Transpiración
El colchón cuna viscoelástica es más transpirable y frescos que otros materiales por lo que evita que el bebé sude y se agite durante el sueño.
Dudas frecuentes acerca del colchón cuna viscoelástica
¿Qué densidad elegir?
Lo más habitual es optar por un colchón con núcleo de densidad media y de densidad alta para las capas de viscoelástica. Sin embargo lo más recomendable es escoger la densidad en función de la edad y el peso del pequeño.
¿Tiene la dureza adecuada?
Los colchones de 4 o 5 cm de viscoelástica le limitarán la libertad de movimientos. Debemos ajustar el grosor a las necesidades del bebé. Durante los primeros meses el viscoelástico puede ser hasta de 2 cm para evitar que el bebé se hunda y pueda moverse libremente.