A menudo los términos crédito y préstamo son confundidos utilizándose sin distinción, sin embargo, presentan ciertas diferencias entre sí.
Es importante conocer los detalles de estos servicios pues de no hacerlo estarías en riesgo de solicitar y aceptar algo que realmente no necesitas ni cubre tus necesidades.
Para que no haya más complicación, conoce las características de cada uno.
Crédito.
En el crédito, una entidad financiera determina la cantidad que estará a disposición del cliente fijando un máximo desde un inicio. La suma no se entrega de forma física, sino a través de diferentes instrumentos como una cuenta o tarjeta de crédito.
En cuanto a los intereses, estos no corresponden a la cantidad total del crédito sino únicamente a la cantidad que se haya utilizado. Sin embargo, al alcanzar el límite ya no hay más fondos que pueden ser gastados.
Los créditos ayudan a cubrir la falta de liquidez para solventar compras y pagos de forma inmediata, con la oportunidad de saldar la deuda en el momento en el que se cuenta con capital suficiente.
Además, muchas instituciones cuentan con simulador de créditos, una herramienta sencilla y confiable con la cual podrás calcular el estimado de cuánto tendrías que pagar por determinado crédito además del monto y plazo que te corresponda.
Un crédito es una buena manera para solventar ciertos gastos, sin embargo, es importante considerar que se adquiere un compromiso de pago.
Préstamo
Se le denomina préstamo a la operación financiera en la que una persona o entidad (prestamista) entrega cierta cantidad a un individuo (prestatario) con la condición de que el monto se devolverá en cierto plazo acordado.
El cliente recibe todo el capital desde el inicio y paga intereses por la totalidad, sin importar si ocupa toda la cantidad o no.
Los intereses se cobran sobre el total de la deuda y de forma periódica hasta que esta sea liquidada, además tiene un vencimiento definido, por ejemplo, dos meses, 12 meses, etc.
Los préstamos suelen ser utilizados para emergencias, alguna necesidad inmediata o la adquisición de un bien como puede ser un coche, una casa.
Ambos son instrumentos que ayudan a solventar cierta necesidad económica para lograr un objetivo en específico. Elige la mejor opción de acuerdo a tus necesidades y alcanza tus metas, solamente recuerda utilizarlos de forma adecuada.
