Antiguedad de los refranes

Definitivamente los refranes son muy tradicionales y difícilmente en el mundo no se podrá encontrar un país que no los use en su día a día. La pregunta es de dónde se originan o cómo surgen los refranes, que generan curiosidad por ser frases muy relacionadas con la vida y el comportamiento del hombre.

Se presume que las personas en tiempos pasados, hablaban en clave o metáforas para evitar que personas curiosas se dieran cuenta de sus comentarios, además gustaban de conversar entre ellas de esa manera (y hasta hoy día sigue siendo así, es por esto que los refranes se mantienen en el tiempo); es de allí que se presupone su nacimiento. Otra teoría señala que fueron los romanos que iniciaron los refranes.

Hay historias que relatan el origen de un determinado refrán como por ejemplo “el que fue a Sevilla perdió su silla” o “Zapatero a su Zapato”, que están basados en relatos que supuestamente sucedieron.

De los refranes mencionados anteriormente, el primero nace de una historia sobre un Arzobispo de Sevilla, quien asignó temporalmente a su sobrino para manejar su cargo y luego este no quiso entregarle la regencia correspondiente, señalando que era un acuerdo permanente. Allí la enseñanza es que las personas deben responsabilizarse de los asuntos que manejan y no dejarlo en manos de otro sin control o supervisión.

El segundo refrán proviene de Grecia y es nombrado por un pintor llamado Apeles; la historia indica que en una de sus pinturas habían unas sandalias muy mal realizadas y un zapatero expresó unas observaciones a las mismas, el pintor arregló el cuadro, pero luego el zapatero viendo el cambio procedió a criticar el resto de la pintura. De allí que Apeles pronunció el refrán “zapatero a su zapato”.

Al final la lección es que las personas no deben aventurarse a realizar cosas para las que no se encuentran preparados o no saben lo suficiente, porque los resultados pueden ser desastrosos.

Son muchos los refranes que nacen de un suceso o experiencia real, por esta razón, siempre pasan de boca en boca para que las personas tengan la advertencia que ocurrieron y pueden volver a repetirse.

Es muy difícil señalar de dónde provienen los refranes, porque incluso en los libros religiosos como la Biblia existen estas frases, decir exactamente donde se originaron es algo imposible. Pero lo que sí es posible, es que se puede conocer y aprender de los refranes y significados, consultando en Internet.

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